¡Adiós machismo! Los hombres también tienen problemas sexuales

Los hombres hablan mucho de sexo, pero casi nada de sus problemas sexuales. Esto queda evidenciado en el artículo The psychological burden of premature eyaculation, donde se da a conocer que el 78% de los varones que reconoce tener esta disfunción sexual no solicita ayuda profesional. La gran mayoría prefiere recurrir a internet para no pasar por la “vergüenza”, porque existe la creencia de que ser un “verdadero hombre” está relacionado con el desempeño sexual. ¿Pero adivinen qué? La sexualidad no determina la virilidad. 

La cultura machista en la que estamos inmersos, sobre todo los países latinoamericanos, genera sentimientos de competitividad y se califica a los hombres por su rendimiento sexual. Estas creencias resultan ser un peso que en ocasiones juegan en contra; tener sexo se convierte más en un reto que en una práctica placentera, y quienes no “dan la talla” pueden entrar en una crisis existencial al reprimir dudas y sentimientos, fomentando las inseguridades.

Los trastornos (problemas o disfunciones) sexuales son más comunes de lo que se piensa y pueden tener causas físicas y/o emocionales. A continuación, te presento algunos de ellos:

Disfunción eréctil: Uno de los que más recurrentes y de los que más ansiedad. 

Anorgasmia: Problemas para tener un orgasmo, ojo, no es lo mismo que la eyaculación. La respuesta orgásmica es como una descarga placentera previa a la liberación de fluido. 

Trastorno de control eyaculatorio: Mejor conocido como “eyaculación precoz” y suele estar relacionado con la forma en que cuando los hombres eran pequeños y comenzaban a explorar su cuerpo, debía apresurarse para no se cachados en plena masturbación. Con ejercicios puede tratarse.

Desorden del interés sexual: Menos común, pero no menos importante. Hay quienes experimentan dificultad para tener sentimientos eróticos, puede ser por estrés, cansancio o incluso una cuestión hormonal. 

La connotación sexual en el género masculino pesa mucho más, genera sentimientos de frustración, enojo, inseguridad e incluso llegan a pensar que por tener algún problema sexual son “menos hombres”. Pero tranquilos, todo tiene solución. Es momento de romper esos mitos y recordar que antes de los roles, todos somos seres humanos con emociones y sentimientos. Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de autoconocimiento, sensatez y madurez.