El mundo de la sexualidad es mucho más amplio y complejo de lo que tenemos normalizado como sociedad y para muestra, los budsexers. Quizá en los últimos meses has escuchado el término Bud Sex, que es un concepto creado por el investigador en sociología Tony Silva, proviene del inglés buddy, que significa “compañero o colega”, en otras palabras, Bud Sex se usa para definir el sexo entre “partners”, “bro’s”, “carnales” o como sea que les llames a tus amigos heterosexuales.
Características del Bud Sex.
Cabe señalar que el Bud Sex no es una forma de establecer relaciones amorosas, por el contrario, éstas se evitan para convertirse en una práctica sexual que tiene como único fin el placer. Aquí las particularidades:
- ¡Nada de romanticismo! No hay besos, ni caricias. Es sexo puro.
- No se establecen relaciones emocionales, es un entretenimiento momentáneo.
- No es una práctica regular, es decir, no es algo que se haga de forma cotidiana, sólo se realiza cuando se siente la necesidad.
- “Lo femenino” queda fuera. Son hombres heterosexuales masculinos que buscan a otros con las mismas características para reafirmar que no son gays.
- Se mantiene en secreto. A pesar de que esta práctica puede parecer que rompe tabúes, no se habla abiertamente por temor a que se cuestione su orientación.
¿Nueva práctica?
Nuevo, sólo el término que describió Silva en el año 2016, pero la práctica de sexo entre hombres heterosexuales se ha dado a lo largo de toda la historia. Las situaciones siempre han dependido del contexto, la cultura e ideologías. Las cárceles de hombres, por ejemplo, es uno de los lugares donde más Bud Sex se practica, muchos tienen sexo entre ellos sólo para poder satisfacer su apetito sexual. Hay otros escenarios y factores que juegan en torno al tema: dinero, diversión o simplemente, vivir en una época más libre que hace algunas décadas.
Por supuesto, esta práctica ha levantado polémica. Han surgido teorías sobre una falta de autoaceptación de la homosexualidad de los busexers y hay quienes sugieren que en realidad es un “pretexto” para seguir en el clóset, ya que se sienten avergonzados de ser gays o bisexuales, sin embargo, los budsexers sostienen que simplemente no quieren tener una etiqueta errónea. Aunque si el caso fuera una situación de negación, una terapia de acompañamiento para comprender su orientación sexual y eliminar la homofobia interna sería una buena opción.
Lo que es real es que cada vez conocemos un poquito más del espectro sexual del ser humano y quizá algún día lleguemos a vivir sin etiquetas y reglas sociales para ejercer nuestra sexualidad sin miedos. ¿Te atreverías a practicar Bud Sex?
Comentarios
Quizá lo haría para experimentar. Sería algo nuevo.