Sexo entre mujeres: qué sí y qué no se vale en la cama

Si eres mujer, decidiste iniciar tu vida sexual con otras mujeres y googleaste algunos tips para no llegar en blanco a la hora de la hora, has aterrizado en el lugar correcto. Antes que nada, déjame decirte que tienes una pequeña ventaja sobre las mujeres heterosexuales: el cuerpo de tu pareja es similar al tuyo y al conocer la sexualidad femenina por experiencia propia, puede ser más sencillo conectarte con tu pareja. 

Además, culturalmente se nos inculcó la idea de que las relaciones sexuales tienen como finalidad la reproducción, y por esta razón, giran en torno a la penetración pene-vagina, sin embargo, cuando el sexo lésbico entra en escena, la creatividad se hace presente abriendo un sinfín de posibilidades porque aquí, sin lugar a duda, el eje rector es el placer.

¿Qué sí se vale en el sexo lésbico?

Explorar, preguntar, practicar y disfrutar. Usa las manos, la boca, tus pechos, tus muslos… cualquier parte de tu cuerpo puede ser un instrumento de placer y cualquier parte del suyo puede convertirse en una zona erógena. El clítoris puede ser el rey y el orgasmo, más que un punto final, puede convertirse en una parte del camino a recorrer. Comuníquense, hazle saber lo que te gusta y pregunta la forma en que la estimulas le es placentera. Existen varias prácticas, pero no te limites a las que enumeraré, recuerda que lo más importante es que des volar tu imaginación:

  • Masturbación mutua: frotamiento y caricias a los genitales de tu pareja. 
  • Cunnilingus: Estimulación a la zona genital femenina usando boca, lengua, saliva e incluso la respiración. 
  • Annilingus: ¿has escuchado hablar del beso negro? Estimulación de la zona anal usando la boca.
  • Tribadismo: La vieja práctica de “tijeretear” en otras palabras, frote entre vulvas.
  • Penetración: ¡Oh sorpresa! No se necesita un pene para penetrar. Dedos o juguetes, tú decides y el objetivo pueden ser el ano o la vagina. 

¿Qué no se vale en una relación sexual lésbica?

Como en todas, lo primero es que todo debe ser consensuado. Nada se hace si alguna de las dos partes no está de acuerdo. No se vale violentar, forzar ni manipular. La irresponsabilidad debe quedar descartada, lávate siempre las manos. Si vas a penetrar con juguetes lávalos siempre, si usas los dedos procurar tener las uñas cortas para no dañar a tu pareja. 

El sexo entre mujeres suele invisibilizar las infecciones de transmisión sexual porque los aprendizajes socioculturales nos han hecho creer que, si no hay pene, no hay problema, pero el hecho de que no te vayas a embarazar no significa que no debas protegerte. Usa barreras de látex al hacer sexo oral, condones para los juguetes y/o dedales de látex para penetrar. Y siempre, por supuesto, visita a tu ginecólogo de forma regular para estar segura de que eres una persona sana.

Si algo te llena de miedo, dudas o inseguridad, puedes contactarme. Pero siempre recuerda que lo más importante es disfrutar tu sexualidad sin culpas, no te agobie, déjate fluir. 

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