Hablar de masturbación parece ser cosa de hombres, para ellos el tema es cosa de todos los días desde que inician la pubertad, pero cuando se trata de masturbación femenina el tema se ensombrece por el tabú y la vergüenza. Basta preguntar en tu grupo de amigas para darte cuenta de que la autoexploración y el autoerotismo, la mayoría de las veces, brilla por su ausencia. Si eres de esas mujeres que no ha tenido el gusto de conocer su cuerpo, te daré algunas razones que te convencerán para hacerlo.
Autosatisfacción
Cuando de sexo se trata, se tiene la creencia de que obtener placer y llegar al orgasmo depende del buen desempeño de la otra persona, pero te tengo una noticia: gran parte de la responsabilidad te corresponde a ti. Tú debes ser quien mejor conozca tu cuerpo ¿cómo le vas a decir lo que te gusta si no te has dado el tiempo de experimentarlo? Identifica tus zonas erógenas.
No existe un manual para la autoexploración, debes usar tu curiosidad y tu creatividad. Para empezar, recuerda que no debes limitarte a los genitales, tu cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas ¡tócate toda! Acaricia tu cara, cabeza, orejas, cuello pezones, abdomen, muslos, pieza manos, entrepierna. Toca tu clítoris, vulva y labios. Usa juguetes, plumas, lubricantes, presiona y frota con distintas intensidades. ¡Juega! Hazlo divertido, fantasea. Conecta la mente con las sensaciones y las emociones hará el recorrido más placentero.
Autocuidado
Hace poco vi un comentario en un grupo de Facebook que casi me hace desmayar: una mujer aseguraba que el clítoris era la parte del cuerpo por donde sale la orina. Y tristemente no es una anécdota aislada ni imposible de creer, ya que a las mujeres no nos enseñaron a mirarnos y si estás decidida en iniciar el camino de la autoexploración femenina, no sólo necesitas tocar, debes mirar.
Conoce tus genitales. Para hacerlo, se recomienda recargarte sobre la pared con las piernas abiertas y colocar un espejo frente a tu vagina. Necesitarás una mano libre para abrirte paso y poder identificar vulva, labios mayores, labios menores, clítoris, uretra. Fíjate en la forma y color de cada parte. Huele tus manos, siente la textura de tus fluidos. Saber cómo es tu vagina, en todos sus aspectos, te ayudará a reconocer cuando se presente algo fuera de lo común para acudir a tu médico lo antes posible.
La autoexploración, la masturbación y el autoerotismo deberían ser actos obligatorios en todas las mujeres. Estas prácticas deben ser placenteras, pero si en algún momento tienes sentimientos como culpa o asco, te recomiendo pensar en un acompañamiento terapéutico que te ayude entender las razones que los provocan, así como la manera de contrarrestarlos. ¿Lista para tomar las riendas de tu vida sexual?