La importancia del amor propio

Desde pequeños nos enseñan a ser amables y respetar a la gente a nuestro alrededor, desconocidos y en especial con familiares y amigos. Pensar en insultar a las personas que amamos o tratarlos mal es impensable. Cuidarlos, ayudarlos y hacerlos sentir valorados es una prioridad, quisiéramos para ellos lo mejor. Pero ¿Cuántas veces te has insultado? ¿Cuántas veces has pospuesto ir al médico? ¿Cuántas veces has dejado de hacer cosas que deseas por darles gusto a los demás? ¿Dónde quedas tú?

Parecería que decirte esto no es necesario, pero tú eres la persona más importante en tu vida, con la que siempre estarás, el ser del que dependes para ser feliz ¿Y si te amaras y te trataras tan bien como lo haces con los demás? El amor propio es el núcleo de la personalidad, determina la genera confianza, seguridad y determina la conducta. Es algo que comienza a crearse en la niñez a través de las vivencias, pero siendo adultos podemos consolidarla, reforzarla o modificarla para que juegue a nuestro favor. 

El amor propio, también conocido como autoestima, depende de nuestra voluntad para querernos y aceptarnos. Generalmente culpamos a las cosas que nos suceden, pero la realidad es que nuestro nivel de amor propio determina cómo nos comportamos y enfrentamos las circunstancias que nos rodean, porque la percepción que tenemos de nosotros mismos condiciona los pensamientos que nos llevarán a tomar decisiones, y los resultados alimentarán nuestras creencias. Creer en ti y amarte será siempre la clave para mejores resultados. 

Es cierto que los sentimientos de aceptación y amor a nosotros mismos cambian a lo largo de los días junto a nuestro aspecto físico y estabilidad emocional, hay subidas y bajadas con el paso de los años. Pero si trabajas en entender quién eres, valoras tus virtudes y aprendes de tus errores el camino será más tranquilo.  

Amor propio es no hablar mal de ti, no dejar que nadie te trate mal, hacer cosas que te aporten bienestar, poner límites, alejarte del perfeccionismo, dejar de vivir bajo las expectativas de los demás, cuidar de tu salud física y mental, hacer ejercicio, comer saludablemente y tener el control de tu propia vida.

Mímate, consiéntete, apapáchate, regálate detalles, pasa tiempo contigo… deja de lado la culpabilidad y la sensación de que eres egoísta si haces algo por y para ti, aunque claro, siempre hay que encontrar un equilibro y evitar los extremos como la soberbia. Agradécete lo que hacespor ti, agradece a tu cuerpo y a tu mente porque gracias a él, has podido llegar hasta donde estas.  Y si trabajar en tu amor propio te causa conflicto, llámanos, podemos apoyarte con terapia para que aprendas a amarte como lo mereces. 

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