Cómo no morir de amor

Suspiramos por historias como Romeo y Julieta, nos pintaron como romántico preferir morir antes de vivir sin el otro. Pero ¿Por qué nos parece tan atractiva la idea tóxica de depender de otra persona para existir? Pensando en la idea de desmitificar el amor, Walter Riso escribió el Manual para no morir de amor donde proporciona algunas herramientas que son de ayuda para vivir relaciones más saludables, donde el eje eres tú.  Por eso te compartimos sus “Diez principios de supervivencia afectiva”

1. Si ya no te quieren, aprende a perder y retírate dignamente. ¿Vale la pena estar con una persona que no te quiere? ¡Claro que no! Es mejor usar esa energía en ti. 

2. Casarse con el amante es como echarle sal al postre. Aquí se trata de identificar si en verdad estás enamorada de la persona o te estás aferrando a la pasión que te hace sentir. Recuerda que el amor va mucho más allá de sólo sentir bonito. 

3. Evita el sacrificio irracional: no te anules para que tu pareja sea feliz. Este es un error en el que es muy fácil caer, pero ser complaciente no significa que debas diluirte, siempre sé tú. 

4. ¿Ni contigo ni sin ti? ¡Corre lo más lejos posible! Las relaciones en pareja no puedes estar basadas en indecisiones, hay que ser coherentes entre los sentimientos y las acciones.

5. El poder afectivo lo tiene quien necesita menos al otro. No a las manipulaciones ni al apego. Enriquece tu autonomía, no debes estar por necesidad, sino por gusto. 

6. No siempre un clavo saca a otro: a veces, los dos quedan adentro. Cierra ciclos, ¿para qué lidiar con otro dolor de cabeza si no hasta resignificado al primer clavo?

7. Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve. Uno puede decir mil cosas, pero un acto vale más que mil palabras. 

8. No idealices al ser amado: míralo como es, crudamente y sin anestesia. Amar no significa ser devoto sea como sea, no anules los defectos, al contrario, conócelos. 

9. El amor no tiene edad, pero los enamorados sí. Es cierto que hay relaciones con diferencias de edad que pueden prosperar, pero siempre sé consciente que los intereses y el nivel de madurez es distinto. 

10. Algunas separaciones son instructivas; te enseñan lo que no quieres saber del amor. Todo es esta vida es un aprendizaje, si la relación termina es porque así debía ser. Toma de ella lo mejor, la vida continúa.

Es cierto, despedirte de la persona amada duele, pero debemos estar conscientes que el amor no dura para toda la vida, si logran construir un camino perdurable juntos ¡Felicidades! Pero si llegas a perder a esa persona por la circunstancia que sea, el mundo no se acaba, recuerda lo que dicen los budistas “todo es impermanente”.

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