El cumplimiento de cualquier fantasía sexual requiere una buena plática con tu pareja, ambos deben estar de acuerdo en todos los detalles para que se sientan cómodos y la experiencia sea placentera en todos los sentidos, sin embargo, la propuesta meter a una tercera persona a la cama requiere más de una charla, ya que hay muchas cosas que decidir y tomar en cuenta antes de hacerlo.
Antes de decidirlo
Piensa en lo que pasaría por tu cabeza si vieras a tu pareja teniendo sexo con alguien más. Pregúntense: ¿podré volver a confiar? ¿qué pasa si me arrepiento en ese momento? ¿cómo manejaremos esto el día después? ¿queremos invitar a otro hombre o a otra mujer? ¿cuestionaremos nuestra orientación sexual? ¿pensaremos que no somos suficiente para la otra persona? ¿nos intimidará el desempeño de la otra persona? ¿qué pasaría si a alguno de nosotros le gusta la otra persona? ¿lo hacemos porque ambos queremos o sólo para complacer al otro?
¡Decidido!
A pesar de haberlo platicado y sentirse seguros de la decisión, un tercer involucrado puede generar celos o inseguridad, por eso es indispensable poner algunas reglas que ambos deben cumplir para que su relación siga siendo fuerte y sana:
- Decidan si será hombre o mujer.
- Descarten a los amigos. Si eligen a algún conocido, de preferencia que sea lejano. Foros o Chats son la mejor idea y siempre asegúrate que sea una persona sana.
- Pongan límites entre ustedes y la otra persona. Antes de empezar hablen sobre lo qué sí se puede y qué no se puede hacer: besos en la boca, penetración, etc.
- Elijan una palabra clave, algo que puedan decir cuando dejen de sentirse cómodos y quieran parar.
- No es válido intercambiar teléfonos, mails, querer “conocer” más al tercero o tratar de repetir la experiencia con él o ella, pero sí traten de crear un ambiente de comodidad y confianza en ese momento.
- Si tu pareja debe salir de la habitación, todo se detiene hasta que regrese.
- Tu prioridad siempre será tu pareja, no dejes de ponerle atención, sean cómplices.
- La protección es obligatoria.
Recuerden, esta experiencia debe decidirse siempre y cuando su relación esté bien, nunca funcionaría como “tabla de salvación” por el contrario, podría dañar aún más el vínculo. La confianza es la base. Si tienen la inquietud de hacerlo, pero no saben cómo planteárselo a su pareja o si tienen dudas sobre llevarlo a cabo porque su pareja lo desea, hablar con un terapeuta puede ser una excelente opción, ya que te ayudará a ver los hechos y las posibles consecuencias de manera objetiva.
